Los padres muchas veces buscan actividades estimulantes y enriquecedores para nuestros hijos, y muchas veces no sabemos cuáles son y por qué.
Una de las opciones son los llamados “patuques”, que surgen como una opción de entretenimiento y aprendizaje en la etapa de la primera infancia son una alternativa de conexión afectiva y emocional con los niños.
Los juegos de patuque son una acción natural en la primera infancia. Apretar, amasar, expandir, vaciar, aplastar, mezclar la comida es un placer. Comer y regar la comida es un placer para los niños. Están relacionados simbólicamente con los procesos internos de transformación y regulación emocional que está viviendo el niño/a. Estos niños ponen afuera algo que está ocurriendo adentro y su participación en el hecho le proporciona herramientas corporales, referenciales, que los ayuda a elaborar saludablemente sus propios procesos de transformación interna.
El niño y la niña aprenden a través del cuerpo, el cuerpo le da una historia, un lugar en este mundo. Es a través del cuerpo que el niño crea sus vivencias, sus experiencias. Va descubriendo poco a poco sensaciones, olores, sabores utilizando todos sus sentidos principalmente su boca y va construyendo su aprendizaje. El niño es curioso e investigador nato por naturaleza, aprende jugando. “Lo esencial es permitirlo y respetarlo, siempre y cuando no ponga en peligro su integridad”.
Un “patuque” consiste, en brindarles a los niños a partir de los seis meses, la oportunidad de aprender y jugar con mezclas de alimentos (o materiales no tóxicos) que les permiten conocer sabores, olores y texturas, y así ofrecerles un espacio divertido para experimentar, disfrutar y trabajar su motricidad corporal.
La actividad patuque tiene como finalidad, ofrecer una experiencia recreativa – educativa, que favorezca el fortalecimiento familiar, que usa como estrategia fundamental referencias de bienestar y relación humana usando el alimento, como elemento simbólico que propicia transformaciones internas orgánicas, cognitivas y emocionales. Vinculado al placer y el cuidado personal.La actividad consta de tres momentos: el patuque, el baño y una breve despedida para toda la familia.
Para hacerlo recomendamos ciertas pautas:
- Puede realizarse a partir de los seis meses o cuando el bebé pertenezca sentado sin apoyo.
- No forzar al niño. Colocarle el “patuque” y darle tiempo para que experimente. Siempre en presencia de un adulto.
- Los “patuques” ayudan en el desarrollo neurosensorial de los niños por eso es importante dejarlos que exploren.
- A través de los “patuques” creamos conciencia de las partes del cuerpo del bebé, les damos noción de sus dedos, manos, cara, etcétera.
- Se deben usar materiales no tóxicos, preferiblemente que los niños puedan llevarse a la boca.
- Se pueden hacer “patuques” con casi todas las frutas: patilla, cambúr, lechosa, níspero, aguacate, manzana y pera (en compotas) y con verduras y tubérculos como remolacha, zanahoria, auyama, papa. Si el alimento es colorido se puede hacer la actividad sobre una tela vieja blanca y “pintar” con él.
- Los “patuques” también sirven para que los bebés vean la transformación de la materia. Por ejemplo, echarle agua al harina para que vea como pasa a ser una masa uniforme.
- Dependiendo de la edad del niño y de los alimentos que su pediatra ha permitido se pueden hacer “patuques” con avena, yogurt, leche condensada, Arequipe, Ovomaltina y masa de ponqué, etc.
Nociones que se aprenden durante el patuque:
- Noción de superficie: Esquema Corporal, Imagen Corporal- Totalidad Corporal.
- Espacio del otro: Noción de límites del otro.
- Espacio compartido: Nociones de situación, ubicación, medida: abierto- cerrado, adentro-afuera, vacío- lleno, lejos- cerca, grande- pequeño, arriba-abajo, aquí-allá…
- Calculo de movimiento.
- Noción espacial: como me muevo en un espacio abierto o cerrado.
- Espacio Vivido-Percibido: son todos aquellos espacios habitados con placer o displacer: el cuerpo del otro, lo brazos de mi mamá y mi papá, mi casa, mi cuna, mi cama, mi cuadra, mi parque entre otros. (Extraído del libro trabajando con los más jóvenes del planeta).
Según Evelin Torres es muy importante porque además de ofrecerle al niño un tipo de juego que le es de su agrado, también se le induce a utilizar sus sentidos y además a observar como un material, a través de la acción que se ejerce sobre el mismo puede transformarse en algo distinto.
Si quieres descargar esta información has click aquí. Patuque
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