Risas, Vínculos...

Risas, Vínculos...

domingo, 15 de febrero de 2015

Beneficios de Jugar con las Burbujas

Las burbujas son uno de mis objetos favoritos para utilizar en el juego con niños, especialmente aquellas burbujas prácticamente indestructibles que se pueden comprar en jugueterías. Y como hace poco comencé un nuevo trabajo, en una nueva ciudad, tengo que empezar a sembrar una nueva relación con cada chico en el aula, por lo que he estado usando burbujas con casi todos ellos en el primer día, ya que, déjenme decirles, ¡son una fantástica manera de romper el hielo!
Jugar con burbujas no sólo es una manera fácil de divertirse con un nuevo amiguito, también es una forma divertida de trabajar una gran cantidad de habilidades de desarrollo, tales como:
  • Habilidades motoras finas.  Los niños tienen la oportunidad de sostener los tubos delgados, coordinando las dos manos para sostener la botella de jabón y el tubo con el que harán las burbujas. Tienen que sostener el objeto a través del cual soplarán, de la misma manera que tomarían un lápiz- comprimiéndolo; tienen que abrir y cerrar la botella, y usar las manos de diferentes maneras para hacer estallar las burbujas (reventarlas con el dedo índice, “apretarlas”, agarrar burbujas con toda la mano, utilizar las dos manos para aplaudir las burbujas).
  • Habilidades de rastreo visual.  Seguir las burbujas a donde éstas vayan. Algunas son rápidas y algunas son lentas.  ¡Y algunas incluso brillan !
  • Coordinación ojo/mano.  Se necesita mucha práctica para coordinar lo que los ojos y las manos están haciendo al sumergir el aro o el objeto con el que hagan las burbujas y soplar en él.
  • Habilidades de procesamiento sensorial. Las burbujas están mojadas y resbalosas y pegajosas. Se sienten chistosas al tacto. Y el acto físico de soplar puede ser una forma –sensorial- muy eficaz para ayudar a los niños a “organizar”, tranquilizar, y enfocar sus cuerpos.
  • Habilidades motoras orales. Estas son más que obvias. Soplar para hacer burbujas es un buen ejercicio para las bocas pequeñas, ¡pero puede ser un trabajo duro! Los artículos para hacer burbujas en forma de varita que termina en un anillo son más fáciles de usar que los tubos, y con ellas los niños no van a consumir la solución jabonosa si deciden succionar en lugar de soplar. Los aritos de orificio más pequeño suelen ser más fáciles que los de orificio grande. Y soplar en burbujas que ya han sido formadas y permanecen en el extremo de la varita puede ser más fácil que empezar de nuevo.
  • Habilidades sociales y de comunicación.  Los niños pueden pedir “más” y establecer contacto visual antes de hacerlo. Y si se juega en grupo, pueden practicar turnos y mantener el espacio personal entre sus cuerpos para no chocar o golpearse entre sí.
  • Habilidades motoras gruesas.  Qué manera más fácil de hacer que los niños se ejerciten, estirarse sobre los dedos de los pies, caminar en cuclillas, saltar, correr, pisar fuerte, y patear.
  • Seguir instrucciones.  Se les pueden dar instrucciones sobre cómo hacer estallar las burbujas en cada vuelta (aplaudirlas, empujarlas, exprimirlas, saltar sobre ellas, etc.), ya sea de uno por uno o dándoles una “secuencia de explosión”  (primero saltar sobre una, luego exprimir otra, y luego aplaudir una más). O pueden seguir las indicaciones para jugar en una secuencia de turnos (primero Johnny aparece, a continuación, Caitlin, le sigue Danny). Las posibilidades de instrucciones son infinitas.
  • Identificar las partes del cuerpo.  Reviéntala con el dedo, con el codo, con la rodilla o ¡la nariz!
  • Habilidades del habla.  Yo no soy un terapeuta del habla, pero sé que /b/ (es un sonido formado en la parte delantera de la boca con los labios) junto con /p/ son los sonidos del habla temprana que se utilizan de forma natural durante el juego con burbujas. Algunos ejemplos incluyen “Burbujas” “¡Bye-bye burbujas!” y “¡pop!”
  • Competencias lingüísticas y cognitivas.  Usted puede enseñar a los niños pequeños y en edad preescolar cómo comprender y describir donde están las burbujas y lo que están haciendo, señalando las cosas cuando suceden. “Las burbujas suben (o bajan)” “Van rápido (o lento).” “Hay una burbuja en frente de (o detrás) de ti.” “Veo una al lado de….” “Hay una encima (o debajo) de tu cabeza.” “Está a la derecha (o izquierda).” “Esa es una burbuja muy grande (o pequeña).” “¡Ve y revienta la burbuja más grande (o más pequeña)!”
A los bebés a menudo les encanta ver a otros soplar burbujas y piensan que son interesantes, y a los niños más grandes les encanta jugar con ellas en todo tipo de formas creativas. ¡Así que agarra tus burbujas y prepárate para la diversión!
Lea el artículo original en inglés aquí.
Tomado de https://estiratucuello.wordpress.com/2014/03/20/11-beneficios-de-jugar-con-burbujas/

miércoles, 4 de febrero de 2015

Introducción de Nuevos Alimentos

Haz Click en la siguiente foto para ser dirigido a la página oficial de Cori at Home

feeding
Les he contado varias veces que para mi la comida y saber disfrutarla es esencial. Por esto le dedico tantos posts a este tema, sobretodo enfocado a las mamás que empiezan a darle sólidos a sus bebés.
Cuando tu bebé tiene al rededor de 6 meses empieza la aventura de comer alimentos distintos a la leche, ya sea materna o fórmula. Como dije en mi post de “Tips para introducirle sólidos a tú bebé“, no hay una única forma de introducir sólidos y cada pediatra puede dar recomendaciones distintas. No hay una fórmula mágica que se adapte a todo bebé o una única forma correcta de hacerlo, sin embargo sí existe una teoría de base nutricional que explica un marco general para introducir alimentos como lo explica mi amiga nutricionista Mariana White de NutriWhite:
La introducción de alimentos o también llamado ablactación, es un proceso progresivo que debe iniciarse a los 6 meses de edad, este proceso debe ir en conjunto con la lactancia materna siempre y cuando sea posible.
Los alimentos deben introducirse en el siguiente orden:
  • A los 6 meses, verduras y tubérculos, frutas, a excepción de las cítricas, vegetales y hortalizas, carnes, de ave y res. En forma de sopa o papilla.
  • A los 7 meses, puede darse carne de cerdo.
  • A los 9 meses, la yema de huevo y granos.
  • A los 12 meses clara de huevo, pescados, mariscos y frutas cítricas.
Introducir alimentos antes de los 6 meses de edad, causa una serie de consecuencias en el desarrollo del bebé, entre las cuales tenemos:
  • Daño intestinal por falta de enzimas necesarias para la digestión de alimentos. El cuerpo del bebé aun no está en capacidad de secretar las enzimas encargadas de la digestión de los alimentos, o la cantidad suficiente de las mismas, por ende, el alimento en sí causa un daño a nivel intestinal, no se puede digerir y causa estreñimiento y/o diarrea.
  • Existe mayor probabilidad de presentar alergias e intolerancias alimentarias ya que su sistema de defensa no está desarrollado al 100%.
  • Puede provocar cambios metabólicos en su organismo que los predispongan a futuro a tener diabetes u obesidad.
En cambio, introducir los alimentos de forma adecuada y en el momento oportuno permitirá la maduración y desarrollo de los sistemas neuromuscular, gastrointestinal, renal e inmonológico del bebé. Se permitirá el crecimiento total de las vellosidades intestinales y enzimas digestivas encargadas de la digestión y absorción de nutrientes.
Como Mariana me conoce muy bien, en mi babyshower me regaló el libro “Cooking for Baby: Wholesome, Homemade, Delicious Foods for 6 to 18 Months” de Lisa Barnes que ayudó a prepararme para introducirle sólidos a mi bebé, además de proveer recetas fáciles para cada etapa. Les recomiendo buscar el libro porque realmente es espectacular. A continuación algunas ideas de alimentos a introducir en cada etapa que propone la autora y que he seguido hasta el momento con mi hija con excelentes resultados.

6 meses

  • Granos y semillas: cereal de arroz, cereal de cebada (barley), cereal de mijo (millet).
  • Vegetales: batata, auyama, papa.
  • Frutas: manzana cocida, aguacate, cambur, pera cocida.
  • Legumbres: guisantes verdes.

7-8 meses

  • Granos y semillas: amaranto, quinoa, yuca, semillas de amapola, semillas de calabaza molidas, semillas de girasol molidas.
  • Vegetales: alcachofa, espárragos, brócoli, coles de Bruselas, repollo, zanahoria, coliflor, pepino, ajoporro o puerro, lechuga cocida, nabo, calabacín, calabazas de invierno y de verano.
  • Frutas: albaricoque cocido, arándanos cocidos, cerezas cocidas, durazno cocido, nectarina cocida, ciruela cocida, ciruelas pasas cocidas.
  • Legumbres: algarrobo (carob), judías verdes, lentejas, arvejas.
  • Carnes: cordero, pavo.

9-11 meses

  • Granos y semillas: linaza, fideos de arroz, avena, tortas de arroz.
  • Vegetales: remolacha, pimentón, celery cocido, ajo, cebollín, cebolla.
  • Frutas: mora, coco, dátiles, uvas, uvas pasas, piña.
  • Legumbres: frijoles secos (blancos, pintos y garbanzos), habas, soja, tofu.
  • Carnes y huevo: res, pollo, yema de huevo, cerdo, ternera.

12-18 meses

  • Granos y semillas: pan de trigo, maíz, pasta de trigo.
  • Vegetales: espinaca, berenjena.
  • Frutas: higo, toronja, kiwi, limón, mango, melón, naranja, papaya, frambuesa, fresa, tomate, patilla.
  • Leche de vaca, clara de huevo, pescado.
  • Miel.
Recuerda que a los 7 meses puedes agregar hierbas y especias a los alimentos que tu bebé ya haya probado.
Este artículo es de http://www.nutriwhitedietas.com/

martes, 13 de enero de 2015

Limites, Respeto y Amor



Como estimular la autonomía. 

Para favorecer un buen desarrollo emocional de los hijos los padres deben procurar: 
  • Potenciar los comportamientos y hábitos que corresponden a su edad y a su proceso madurativo: los padres no deben hacerles las cosas a sus hijos. 
  • Enseñarles a diferenciarse. el niñ@ debe aprender que cada miembro de la familia tiene un lugar determinado dentro de esa estructura y no solo como lugar físico sino también un lugar psíquico diferenciado, aunque no por ello menos importante. 
  • Hacerles responsables de sus propias conductas, enseñándoles que cualquier acción tiene siempre consecuencias y procurando hablar con el las cosas que le han salido mal, ya sea en las tareas de la casa, en la escuela o en la relación con sus amigos. Eso permite ayudarle a encontrar sus estrategias para solucionar los contratiempos, fomentando siempre su criterio. 
  • No evitarle situaciones que puedan ser complicadas si no mas bien alentarle en esas nuevas experiencias reforzando su autoestima y transmitiéndole la idea de que confiamos plenamente en él. 
  • Dejar que pida las cosas él las cosas que desea. Los padres no deben precipitarse a darles los que ellos quieren, pero eso tampoco significa responder rápidamente a sus demandas pues también hay que enseñarles que todo puede esperar dependiendo de cada caso por supuesto. 
  • Cada niño debe tener un mínimo de responsabilidades a medida que va creciendo, como por ejemplo recoger sus juguetes, su ropa, pequeñas cosas debe ir haciendo poco a poco. 
Todo este proceso debe ir acompañado de mucho afecto, cariño y respeto por las decisiones que se vayan tomando. Los niños deben sentirse queridos, deben encontrar un marco familiar en el que puedan hablar de sus problemas y contratiempos sabiendo que van a ser escuchados y ayudados ya que, de ese modo, se genera un clima de confianza mutua fomentando la madurez de los hijos. 
Extracto tomado de la revista Cuerpo Mente. por Lourdes Montilla.